Un poco decepcionada para ser de la cadena Ibis. Hicimos el check in a las 21:45 y ya no pudieron servirnos nada de cena, tampoco nos dieron ninguna opción. En la entrada hay máquinas de sándwich, los típicos de supermercado a 5€. Frente a recepción hay un microondas. También hay una máquina en la entrada, que puedes pedir comida a restaurantes de la ciudad que te lo traen hasta el hotel. De nada de esto nos informaron en recepción, lo vimos por casualidad. La habitación muy básica, con la ducha tipo cápsula de plástico, como la que hay en un ferry. No había toallas de mano y las de cuerpo estaban un poco sucias. Cama cómoda pero las almohadas muy vacías. El hotel ofrece servicio de traslado gratuito al aeropuerto, a la Ida fuimos andando, son solo 9’, a la vuelta lo cogimos y súper bien.