Me alojé en esta pensión y fue, sinceramente, una experiencia que no quiero repetir bajo ningún concepto. A destacar, la habitación estaba impregnada en un olor constante a alcantarilla, el cual notificamos desde que llegamos a los responsables y no obtuvimos ni respuesta. No había quién estuviera allí con ese olor, te revolvía el estómago. La cama era enana, apenas cabían en ella dos personas. Las almohadas super altas y duras. La mesilla era de rejas por lo que no podías poner nada pequeño ya que se caía al suelo. Las dimensiones de la habitación y el baño eran minúsculas y sentías agobio al moverte con ella, ya que no había ni espacio para cruzarte con tu pareja. No hay nevera, cosa que con este calor es un punto bastante importante a tener en cuenta. A la ducha te costaba acceder y la puerta se cortaba a la mitad, por lo que se salía el agua cuando te duchabas. En el baño no tenías donde colocar nada, no cabía ni el cepillo de dientes en el lavabo. Se escucha absolutamente todo de las personas que están en la habitación de al lado, cuando abrían los grifos recorría el ruido por toda la habitación como si nos rodearan todas las tuberías por donde pasaba el agua. En resumen, en las fotos todo te lo pintan muy bonito, pero ha sido una de las peores experiencias que hemos tenido, nos hemos sentido como en una celda en las cloacas.